viernes, 5 de enero de 2018

Me gustaría llamarme Maria

Cuando voy a las fiestas...soy un seguro personaje
Me tomo uno a uno, como si fuesen cloro, porque claro esta que las fiestas se hicieron porque la gente no aguanta la realidad ni 5 minutos, y en el norte como competencia nos perfilamos alto, con musica asquerosa, mucha cerveza, luces cálidas y muchachos calientes.
En medio del alebreste se me acerca un tipo que me hace preguntas mientras baila estático frente a mi, yo no doy una y solo le sonrío, una o dos veces le parpadeo o me ensalivo los labios como si fuera un lenguaje de nosotras las putas, pero yo lo hago porque me sacudió el lívido ese ultimo shot de tequila adulterado, me pongo verlo de reojo para corroborar que no es una pesadilla, o que mi realidad es esta y no una película romántica con destellos tenues y champaña de por medio, en lugar de eso nos estamos cayendo y teletransportandonos a su casa, abriendo su puerta con la frente.
He perdido la noción del tiempo, casi amanece, pero eso no me importa, me importa mas saber si su cama es grande para poder crear un chiquero.

Su casa no es la de un soltero, tiene gatos y un cuadro de su boda encima de su pantalla grande, me hago preguntas tipo "¿Porque los hombres no quieren gastar en putas? me respondo "porque seguro tienen amigas borrachas que no aguantan soledad", el me interrumpe el pensamiento con voz ronca "hace calor aquí", solo me queda pensar ante eso  que no hay peor excusa utilizar el calor del verano para quitarme la ropa. Creo mucho en los detalles, y por eso me fijo en todos, uno de ellos es que este usando calcetas escolares, de esas que utilizas con tus tennis con olor a chicle, obvio tengo que preguntarle porque, mi bocafloja no aguanta el vomito verbal, el me explica que es de cierto modo su termostato,  "podría estar desnudo pero sin quitarme las calcetas", lo entiendo, es ridículo y tierno; Pondre un poco de musica algo tipo Devendra, quiero animarme pero este músico payaso lo hace nulo, entonces propongo un poco de rap para abrirnos los primeros chakras, en un segundo me tenia montada, ademas persiguiéndome los detalles con la mirada.y yo tratando de mantenerme afectiva mente distante pero el sudor de los dos lienzos creo un mundo ardiente, hasta convertirnos en maquinas deseantes, esclavos.

Los lunes comenzó a llamarme para comenzar una tradición incomprensible, aburrida y frágil, donde el me enseñaba prácticamente a ser yo en un mismo escenario y yo a el técnicamente a volver a los 20's, fingiendo los dos un amor imposible sin paga.

Como todo, se volvería monótono, entonces comenzamos a inventar historias y a vernos en restaurantes chinos en las zonas escondidas de la ciudad, el como siempre llegaba primero, y me esperaba en la ultima mesa con la luz contrastando su cara, no hablaba nada, pero me tocaba las piernas y me metía los billetes en mi senos que apenas comenzaban a crecer, al final siempre se los devolvía, por que habría en mi cabeza la maldita culpa, en ese tiempo no tendria tanta hambre como hoy. Entendí que poco a poco su obsesión de mi imagen se volvería mas fuerte, y me empezaría a cambiar el nombre, también observaba que no era mi silueta real, si no el personaje que deambula borracho siendo complaciente con los caballeros lo que le gustaba, entonces tuve que marcharme porque podría llegar a encariñarme de un viejo enfermo y perdería todo cierto encanto, pero lo que mas me gustaba de estar ahí, era el silencio.

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